La calidad directiva es un elemento determinante en el desarrollo de las organizaciones y sus personas.

Liderar consiste en descubrir la visión dentro de cada persona y ayudarles a recorrer el camino hacia ella. El liderazgo se construye sobre las bases de la influencia y la empatía. Somos líderes cuando desarrollamos buenas relaciones con los demás, generamos confianza y obtenemos cooperación entusiasta.

El desarrollo de competencias y habilidades directivas, del liderazgo y del talento, marca la diferencia entre las organizaciones.

El desarrollo directivo requiere de compromiso transformacional con nosotros mismos, con las personas y los equipos. Las personas y su desarrollo, somos la clave. Dentro de la habilidades directivas, la comunicación es una herramienta fundamental en la gestión directiva. El trabajo en entornos grupales requiere habilidad para comunicarse con los demás, entender sus puntos de vista y trabajar en colaboración. ¿Cómo es la comunicación que mantenemos con nosotros? ¿Y con las personas de nuestro entorno?